viernes, 12 de octubre de 2012


Antes y después



Desde que soy madre…

Hace poco  un grupo de madres blogueras se propusieron unas a otras contestar la siguiente pregunta:

¿Qué aprendiste a hacer desde que sos madre? ¿Qué haces a diario que antes ni se te habría pasado por la cabeza que harías? 
Me entusiasmó la idea y aquí va mi lista:

Cuando me convertí en mamá aprendí desde los primeros días del embarazo a cuidar a mi hijo, su bienestar, su felicidad, a conocer y defender sus derechos. Aprendí que cuidar de otro ser humano y hacerme responsable por él es un placer, me hace sentir fuerte, orgullosa e infinitamente feliz.


    Como estaba viviendo y trabajando en Estados Unidos con personas de diversas culturas, aprendí mucho vocabulario con respecto a embarazo, parto y lactancia. Aprendí cómo se vive esto de ser madre en diferentes países y también a valorar el apoyo de todo el grupo de amigos y ‘parientes postizos’ a la hora de traer un bebé al mundo.
   Descubrí todo lo que podía hacer sola, como ir manejando a mi propio parto y volver manejando a mi casa con un bebe 2 días después… pero también aprendí a pedir y a aceptar ayuda. No criamos a nuestros hijos solas. ¡Se necesita toda una tribu para criar a un niño!

Desde que soy madre he aprendido que no necesito tener un empleo como docente para ejercer mi profesión. No sólo sigo siendo profesora de inglés y español, sino que además ahora soy doula , Educadora Perinatal,  Reiki Master,  enseño terapias holísticas, parto natural, nutrición, lectura de cartas… Mi mente de educadora se mantiene más activa que nunca con las aventuras que tenemos en familia y las preguntas que me hace mi hijo. (Ay, ¡¡¡ LAS preguntas que me hace mi hijo…!!!!) He aprendido a aprender mejor. Ahora soy más enseñable que nunca! Y aunque cuando nació mi hijo yo ya tenía 15 años de experiencia docente, mi idea sobre lo que realmente significa ‘educación’ ha cambiado totalmente desde que él llegó a mi vida, me sacó de las aulas y se transformó en mi maestro en la escuela de la vida.


Aprendí a viajar con un bebé, empacando para dos la mitad de lo que solía meter en una valija para mí sola. Me he hecho más aventurera y he viajado más que cuando no era mamá.  He aprendido a pasarla bien en todo tipo de circunstancias. Y aprendí que, por más planificado que esté el camino,  el mejor GPS 
   que llevo en este ‘viaje’ de la vida es mi hijo José.




   Aprendí a hacer muchas cosas con una sola mano. Aprendí que los chicos no se malcrían teniéndolos en brazos sino que se ‘biencrían’ y que la lactancia materna es un regalo maravilloso.



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   Me comencé a interesar y a investigar profundamente algunos temas que antes de ser madre ni siquiera había oído que existían: parto humanizado, respetado y con consciencia; las leyes que protegen el nacimiento, a la madre y al recién nacido; crianza natural y el valor de la intuición; impronta límbica; homeschooling y unschooling; agricultura orgánica y permacultura; nutrición, yoga, eutonía… y sigue la lista.

   
Desde que soy mamá he aprendido a valorar más a mi mamá. Y aun cuando mi vida con mi hijo es muy diferente a la que tuve con mis padres, cada día entiendo mejor que todo lo que aprendí de mi mamá y mi papá fue perfecto para poder ser la madre que soy hoy.


-  Aprendí que el nacimiento de cada ser humano es un hecho multidimensional: fisiológico, natural, social, espiritual, emocional, sexual, familiar, un rito de pasaje para todos los involucrados. Y que cuando un bebé nace, esa mujer –aun cuando ella todavía no lo sepa-- se está dando a luz a sí misma como madre.

La maternidad me ha completado, me ha integrado, me ha hecho crecer, me ha vuelto más sensible y más sensata, más flexible, más humana. 

Y vos, ¿qué ‘superpoderes’ adquiriste desde que te convertiste en madre?

Maru Dümmig        http://marudummig-esp.blogspot.com/            Email: marudummig@yahoo.com.ar




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